EL DOLOR PARTE XI

EL AMOR

 

"El Amor verdadero es el fruto maduro de la vida.

A los dieciocho años no se le conoce,

se le imagina".

Alphonse de Lamartine.

 

   El amor requiere madurez y desarrollo personal, no es el amor que nos enseñaron las canciones románticas ni las telenovelas, y a los hechos me remito, uno de cada tres matrimonios se divorcian en menos de tres años, ¿porqué?

 

   El Amor es un tema polémico e interesante, además de amplio ya que existen innumerables puntos de vista. He leído una gran cantidad de libros con este tema, libros de psicología, de psicoanálisis, Humanistas, libros de Filosofía Budista, Zen, Existencialismo, Cienciología, Sociología. He encontrado algunos puntos donde todos ellos se unifican y es lo que pretendo tratar en este libro.

 

El primero de esos puntos es que el amor se educa, dice Enrique Rojas, autor del libro "El Hombre Light" que: "Cada persona adecua su amor según la cultura y la educación sentimental que ha recibido. Es el resultado de lo que hay dentro de cada uno. Aspirar a conocer los sentimientos en general y los propios en particular es una tarea obligada; conocer y conocerse". Y por supuesto, uno no puede dar lo que no tiene dentro, por ejemplo: yo no puedo amar a alguien si no me amo a mí primero.

 

   El amor no es un sentimiento solamente, es algo mucho más profundo, es muchas cosas a la vez y para amar, se requiere crecimiento y madurez, amar es la acción de compartir la valoración que yo tengo de mi ser a otro ser humano. Por lo tanto, el amor que yo comparta es directamente proporcional a la valoración que yo tengo de mí Ser. Esto significa que amar es el proceso de admirarme, aceptarme, desarrollarme con alegría y en tanto que logre esto, seré capaz de compartir mi amor con otras personas.

 

   Existe un mito muy difundido en nuestro tiempo: Que el enamoramiento es el amor, que ese estado de éxtasis delicioso que sentimos por alguien que nos acelera la hormona y provoca que nuestro cerebro se encuentre literalmente drogado, es un estado que ayuda a que la pareja se una y se enlace en una relación, es un estado necesario y fundamental, pero no es el amor, es solamente el primer nivel del ciclo de la pareja, es el arranque, lo necesario para aventurarnos a unirnos a una persona y al temor que eso genera. Este estado dura aproximadamente de 3 meses a 3 años, aunque hay diferentes opiniones al respecto, lo que es una realidad es que termina, es finito, simplemente el cerebro no tolera tanta energía y actividad, nos volveríamos locos si continuáramos enamorados por demasiado tiempo. Cuando este enamoramiento termina pueden suceder dos cosas, 1) que la pareja sienta que ya todo termino y decidan separarse para buscar a otra persona que les vuelva a hacer sentir ese éxtasis y esa pasión, otras personas llegan a convertirse en adictos al enamoramiento y sus relaciones no pasan de este primer nivel. 2) Que la pareja continúe y descubran la inmensidad del amor, ya que el amor requiere conocimiento y el enamoramiento es cuando menos capaces de ver a nuestra pareja realmente como es, solamente vemos lo que nos gusta, nos apasiona y excita, tenemos una venda en los ojos.

 

  Erich Fromm en su libro "El Arte de Amar" compara el amor con un arte, el cual, primero hay que conocer la teoría y después ponerla en práctica trabajando todos los días, hasta que sea dominado este arte; sin embargo, vivimos en una cultura hedonista, materialista e individualista, lo cual dificulta que las personas realmente puedan dedicar el tiempo y el esfuerzo necesario para entregarse a esta exigente empresa, el autor también manifiesta que es el amor la única manera de superar el sentimiento de "Separatidad" (Estado de separación. En inglés: Separateness), el cual es un sentimiento muy poderoso de soledad, un vacío existencial el cual, frecuentemente es satisfecho por medio del alcohol, drogas, comida, sexo, trabajo excesivo y cualquier otra adicción que, por un período de tiempo breve, nos permite liberarnos de esa dolorosa sensación, la cual causa y es la fuente de la Angustia, por lo tanto, la necesidad más profunda del ser humano es la de superar su separatidad y la solución plena esta en el logro de unión interpersonal, la fusión con otra persona, en el amor.

 

   Está por demás aclarar este punto, ya que significa modificar completamente nuestra conducta, es ir en contra de todo lo aprendido y asimilado desde nuestra más tierna infancia, es romper con nuestro paradigma del amor, el cual se refiere a que solamente es un sentimiento placentero y que cuando dicho placer se agote significa que la relación se termina, donde no hay nada que podamos hacer por mantener vivo el amor, sino que es la mala suerte, o el destino o la pareja son los únicos culpables de que el amor se haya terminado, en verdad es no responsabilizarme de la parte que me toca hacer para que esto funcione, y creo, que esta es la parte medular en el fracaso de muchas parejas, de muchos matrimonios y diversas relaciones interpersonales, el no ser capaz de tomar mi 100% de responsabilidad que cada participante tiene.  Prefiero irme antes que incomodarme, ya que nuestra era nos incita al placer, a la pachanga, la comodidad, el dinero, el poder y entonces nos pesa dejar lo sabroso para trabajar la relación, por la persona amada. Así el amor, la energía más grande del universo, la que lo une todo, la que lo mueve todo, se convierte en un objeto de placer, las relaciones son desechables, en cuanto nos incomodan las dejamos porque hemos ido perdiendo la capacidad de comprometernos.

 

   "Padecemos una especie de subdesarrollo emocional que nos impulsa a ciertas conductas autodestructivas, tanto en nuestra vida pública como en la privada. Nos urge encontrar un camino que nos permita hallar una manera de ser más sanos, y ese camino está íntimamente relacionado con el amor y la espiritualidad. El amor es el mejor símbolo de la salud del hombre, es todo lo opuesto de la agresión, del miedo y de la paranoia, que a su vez representan la patología que nos desune" Claudio Naranjo (1984).

 

   Un muy buen ejemplo de esta falta de "Responsabilización" es la Proyección que hacemos con nuestra pareja. La Proyección significa ver en otro lo que yo tengo y no puedo, no quiero ver, simplemente no lo veo en mi, entonces, inconcientemente lo veo en otro, sobre todo en mi pareja porque es la persona a la que más confianza le tenemos y además, a la persona que más le exigimos satisfacer nuestras necesidades. Sin embargo, proyectamos en todas las personas que se cruzan en nuestro camino, como dice el viejo dicho: "Lo que me choca, me checa, y lo que me gusta también", alguien nos puede caer mal porque es agresivo, ¿qué tan agresivo soy yo? Hay una pregunta que me gusta hacérsela a mis pacientes, es un ejercicio de introspección y autoconocimiento muy interesante: "¿Si yo fuera otra persona, me enamoraría de mi mismo?

 

   Es posible hacer un inventario de nuestros propios valores y creencias, para saber si nuestra pareja comparte estos mismos, ya que también es una grave  fuente de conflictos y rompimientos. Un ejercicio muy recomendable que se puede hacer con la pareja es el siguiente: Cada uno, de manera individual, va a anotar en una hoja dividida en tres columnas lo siguiente: En la primera columna escribir las cuestiones fundamentales de la relación, en la segunda columna, escribir las cuestiones importantes y en la tercera columna las cuestiones adicionales, las cuales pueden ser cuestiones que te gustan o que te gustarían que hubiera en tu relación. Cuando terminen van a compartir sus listas y comentar su experiencia. ¿De qué se dan cuenta? ¿Hay una similitud significativa? ¿O van por caminos completamente diferentes?

 

  

"Amarse a si mismo es el comienzo de una aventura que dura toda la vida"

Oscar Wilde.




Psic. Elena Bouchot Gamas
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