DEPRESIÓN EN ADOLESCENTES PARTE II

DEPRESIÓN EN ADOLESCENTES

Mtra. María Eugenia Olalde Ramos

 

II CONGRESO DE PSICOLOGÍA                                  DIF - Tlalnepantla


Armida Aberastury habla de la adolescencia como la "Etapa de la vida, durante la cual el individuo busca establecer su identidad adulta, apartándose de las primeras relaciones objetales parentales, internalizadas y verificando la realidad que el medio social le ofrece, mediante el uso de los elementos biofísicos en desarrollo a su disposición y que a su vez tienden a la estabilidad de la personalidad, lo que solo es posible si se realiza el duelo por la identidad infantil".

 

También propone que los adolescentes tienen que vivir cambios bio-psicológicos que se suman a las negociaciones de la sociedad y es normal que el adolescente tenga confusión en la identidad o que tenga diferentes identidades circunstanciales o identidades temporales y el adolescente tiene la necesidad de elaborar duelos que se pueden dividir en tres grandes rangos:


v El duelo por la pérdida del cuerpo infantil que se da en la etapa de la secundaria que corresponde por lo general a la pubertad y que es cuando empieza a darse el desarrollo físico.

v En segundo lugar, el duelo por la pérdida de la identidad infantil, el cual es un proceso constante progresivo-regresivo que abarca la preadolescencia, adolescencia temprana, adolescencia y adolescencia tardía. Este duelo dura algunos años y en ocasiones no se resuelve adecuadamente.

v Y finalmente, el duelo por la relación de dependencia de la infancia, por el cual la persona se puede sentir muy autosuficiente y dependiente al mismo tiempo. La independencia económica marca el final de esta etapa, y en la actualidad esta se retrasa un poco más debido a que cada vez es más difícil encontrar un trabajo que le permita al individuo establecerse, hacer frente a sus gastos y vivir independiente de su familia de origen.

 

Estos duelos se presentan a partir de los cambios a los cuales se enfrenta el adolescente y en muchos casos pueden traer consigo posibles sucesos de crisis que desequilibran al adolescente y entre los cuales podemos mencionar:

 

La adaptación a cambios corporales y nuevas emociones, cuyos sucesos de crisis pueden ser por ejemplo:


v El desajuste emocional provocado por la mayor producción hormonal, con lo que el adolescente se vuelve más susceptible a la crítica y a su medio ambiente.

v Relaciones sexuales tempranas que pueden ser insatisfactorias o vivirse con miedo o como una experiencia traumática.

v Un embarazo no deseado que impone al adolescente responsabilidades económicas, sociales y emocionales que no puede enfrentar.

v Obtener una imagen corporal que no corresponde al modelo ideal.

v O no poder controlar adecuadamente sus emociones.

 

Otro cambio es el logro gradual de la independencia de los padres o cuidadores que puede presentar crisis como:


v El fracaso en los estudios o deportes que puede afectar su autoconcepto.

v Conflictos con los padres sobre hábitos personales y estilo de vida.

v Reglas y costumbres que no son compatibles con la autonomía que se le exige y que le causa una gran ansiedad, ya que por un lado las figuras de autoridad fomentan su independencia y le exigen una conducta madura, pero por otro lado se siguen fomentando conductas de dependencia.

 

En el aspecto social se establecen nuevas relaciones interpersonales a las cuales tiene que adaptarse. En un principio el adolescente continúa con sus grupos sociales y poco a poco comienza a involucrarse en nuevas formas de relaciones principalmente con personas del sexo opuesto, lo cual le genera una gran ansiedad pero también le proporcionan la oportunidad de aprender a controlar su conducta social, adquirir destrezas e intereses propios de su edad, establecer nuevas actividades y compartir problemas, experiencias y sentimientos semejantes.

 

Pero también puede ocasionar conflictos en el adolescente:


v Cuando su autoestima y autoimagen se ven afectadas al no ser aceptado dentro de su grupo social.

v No poder establecer una relación de noviazgo, o cuando se da un rompimiento con la novia o novio.

v Cuando existe falta de comunicación principalmente con sus padres ya que el adolescente presenta una actitud de rechazo a los criterios de autoridad.

v Y cuando se desencadenan conflictos ocasionados por no poder cumplir con las normas sociales, a las cuales considera arbitrariamente impuestas y su reacción ante estas es más bien un reto hacia los padres o la sociedad restrictiva o como un escape a la soledad o a las presiones de la vida.

 

Cuando el adolescente no recibe una adecuada guía que le permita fijar límites estables puede presentar problemas graves como el abuso de alcohol y drogas, delincuencia juvenil, prostitución, pandillerismo, depresión y suicidio; los cuales pueden ser producto de una rebelión en contra de las normas de los adultos que en ocasiones pueden ser duros o erráticos en su disciplina y no fomentan adecuadamente la unidad familiar y los valores morales.

 

En cada uno de los cambios adolescentes se vive un duelo generado por una pérdida en el Yo, lo cual ocasiona un vacío. Y por otro lado en la adolescencia termina de formarse el Superyó que tiene una gran influencia en el desarrollo del control sobre los afectos y los estados de ánimo y produce un efecto modulador sobre la expresión emocional en general.

 

Cuando los estados de ánimo no están controlados efectivamente, entonces surgen diversas patologías entre las cuales se puede distinguir a la depresión como una de las más comunes.

 

El humor deprimido y la pérdida de interés o satisfacción son los síntomas clave de la depresión. La persona se siente triste, desesperanzada, sumida en la melancolía e inútil. Un adolescente deprimido sufre una pérdida de control de los estados de ánimo y los afectos, una sensación subjetiva de gran malestar con mucha ansiedad y soledad, se vuelve incapaz para enfrentar y resolver conflictos y busca formas de evadirlos. La persona deprimida está constantemente en busca de algo, existe un deseo y la insatisfacción al no poder cumplir ese deseo provoca frustración, impotencia e indefensión.

 

Sigmund Freud habla de la depresión como la reacción a la pérdida de un objeto de amor, real o imaginario, que se manifiesta como un estado de tristeza prolongado y profundo. Ante la pérdida del objeto, llenamos el vacío con anhelo o deseo de tenerlo. El deseo de tenerlo y no poder tenerlo hace que me invada de un sentimiento doloroso.

 

Si tomamos en cuenta factores desencadenantes como:


v El que muchos adolescentes provienen de hogares disfuncionales en los que los padres son ausentes ya sea por separación, divorcio, o simplemente por sus actividades personales que los mantienen fuera del hogar y los hijos pasan casi todo el día solos y que puede hacer que la persona entre en un estado de impotencia e indefensión y que se desencadene un proceso depresivo.

v La falta de valores morales en los padres e hijos, que cada vez están más alejados de su religión, de la sociedad y de la familia.

v Los conflictos entre los padres en los cuales muchas veces los adolescentes se ven involucrados e incluso presionados a intervenir y tomar decisiones para las cuales aun no están preparados. Cuando surgen estos conflictos se crea un vacío de amor y reconocimiento, hay hambre de afecto y atención, por lo que la persona tiende a controlar lo que hay alrededor para llenar el vacío y cuando pierde el control siente el vacío y se produce angustia, en este caso, la depresión está asociada a altos niveles de angustia.

 

Entonces podemos explicarnos la aparición de conductas inadecuadas en el adolescente que son más bien mecanismos para evadir los conflictos. Entre estos mecanismos se encuentran:

v El incremento en el uso del alcohol, el cual cada vez es más accesible a edades más tempranas e incluso en la mayoría de los casos este se encuentra disponible en sus hogares.

v El incremento en el uso de drogas que pueden encontrar fácilmente en la calle, en la escuela, con los amigos, etc.

v La incapacidad para relacionarse con otros, lo cual se puede notar en que en la actualidad una de las distracciones más importantes para el adolescente es encontrarse con sus amigos en los llamados antros, en los cuales socializan a través del consumo de alcohol y drogas.

v La fantasía de ser responsable por los conflictos ocasionados en su medio familiar o social, por lo que el individuo se siente culpable y se autocastiga, por ejemplo el tatuarse o perforarse con lo que el individuo se inflinge dolor físico que muchas veces sirve para adormecer la culpa y el dolor interno.

v Trastornos alimenticios que consisten en comer compulsivamente o dejar de comer y que se pueden manifestar como patologías con síntomas depresivos o como depresión como patología con síntomas bulímicos o anoréxicos.

v Y por último otras formas compensatorias ante la depresión como cualquier tipo de conductas compulsivas.


Continuara....


Psic. Elena Bouchot Gamas
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