Enseñamos a decir No a nuestro hijos, o todo lo contrario?

Creo que una palabra que todo padre teme es cuando un hijo nos dice "NO",  sentimos que nuestra autoridad peligra, nuestra autoestima pega alaridos y sentimos que nos va a dar un ataque cardíaco y en otros casos nos encolerizamos!! En el fondo de todo esto se encuentra el miedo ¿Y ahora qué hago?

Permítanme decirles algo, si algo saben hacer nuestros hijos es decir NO, es una de las primeras palabras que aprenden en sus primeros meses de vida. Yo recuerdo cuando mi hijo tenía 2 años de edad, a todo me decía que no, un día en el mercado le pregunté si quería un durazno y me dijo: -"No, quiero un dura-sí", el colmo de los colmos, jajajajaja!! ahora lo recuerdo con cariño y agrado, y también recuerdo otros momentos nada agradables ni alegres.

Nuestros hijos bebés son muy auténticos, aunque no tengan lenguaje, dejan muy claro qué les gusta y que les desagrada, solo hay que escuchar sus potentes llantos que nos hacen correr a satisfacerlos. Desde el momento en que llegamos a este mundo, sentimos y sabemos que es agradabe y qué no lo es, ahí comenzamos a deducir "esto sí lo quiero, esto no lo quiero" desde nuestra apetencia, desde nuestro sentir más viseral. Todos tenemos derecho a decir NO, no quiero, no me gusta, pero los adultos interpretamos estos NO´s en desobediencia, "me está retando, me quiere quitar mi tan valiosa y preciada autoridad" y desde mi miedo los educo a sentir que decir NO es de mala educación, es grosero, es rudo, ES MALO!! comenzamos este condicionamiento desde muy temprana edad, igualito que como nos condicionaron a nosotros, creando esta cadena de condicionamientos. Un fenómeno que yo veo con demasiada frecuencia en el consultorio es de personas que no saben decir NO y tienen que aceptar muchas situaciones en su vida por la verguenza y el temor de ser groseros y decir NO, claro, decir NO significa poner un límite de respeto a mi persona, cuidar mis intereses y mi bienestar, eso lo sabe hacer perfectamente un bebé de un día de nacido y de qué manera tan grandiosa nos los hace saber, para este bebé maravilloso, No es No y punto!! el problema es la idea que le vamos metiendo en su cabecita que:

 No es Malo = a niño Malo = a no te quiero = no eres aceptado = tienes que ceder tu poder, y entonces y solo entonces te querré. (Eso es lo que el niño va interpretando).

Por supuesto que como padres, esa no es nuestra intención, queremos lo mejor para ellos y las reglas sociales son muy valiosas, no queremos que los corrijan afuera de casa y de una peor manera y entiendo perfectamente este temor, pero...... tengos mis dudas al respecto y déjenme decirles porqué:

Me gusta mucho trabajar en terapia con jóvenes adolescentes y he descubierto que muchos de ellos comenzaron con adicciones como el alcohol, tabaco y otras dogras por verguenza de decir no, porque talvez sus No´s fueron muy suavecitos y los convencieron muy pronto y con facilidad. Tengo el caso de una jovencita que comenzó su vida sexual a los 13 años con un chico 10 años mayor que ella, ella aceptó porque él la convenció, ella no se atrevió a decir que NO, él siendo mayor que ella representaba simbolicamente un autoridad para ella ¿cómo iba a poder decirle que no? ¿cómo iba a tener la fuerza para decirle que no y sostenerse en esa postura? ¿Ven ahora papás la importancia de decir NO?

Ahora bien, enseñarles a decir SI y a decir NO, eso ellos ya lo saben, no es necesario enseñarles eso, más bien creo que nosotros debemos aprender algo muy importante "ACEPTAR SUS SI Y SUS NO con respeto, y claro, hay ocasiones que no podrán ser ellos los que decidan pues los adultos somos nosotros y por su seguridad y bienestar tendremos que hacer a un lado la apetencia de ellos, pero solamente en casos verdaderamente importantes, que lo ameriten, el problema es cuando lo hacemos todo el tiempo y por cualquier motivo, o quizá porque mi estatus de autoridad se ve en peligro y temor parecer un padre sin fuerza ni valor o simplemente porque a sí me enseñaron y así debe ser ¿quién dice? Creo que es buena idea comenzar a hacernos algunos cuestionamientos sobre lo que aprendimos nosotros, ver si realmente es importante y beneficioso para nuestros hijos. La educción que les demos hará de ellos seres libres y creativos o todo lo contrario.

Gracias por leerme!!

Psic. Elena Bouchot Gamas
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