DEPRESIÓN EN ADOLESCENTES PARTE III

DEPRESIÓN EN ADOLESCENTES

Mtra. María Eugenia Olalde Ramos

 

II CONGRESO DE PSICOLOGÍA                                  DIF - Tlalnepantla



 

El adolescente es un ser muy frágil y requiere de mucha paciencia, comprensión, amor y atención por lo que hay que estar alerta ante cualquier cambio significativo en su conducta. Sentirse desanimado o triste no es el único síntoma de la depresión. Los síntomas más frecuentes son los siguientes:


v Sensación de tristeza, depresión o desaliento más intensa que la tristeza normal. Se trata de una sensación que está presente casi todos los días, la mayor parte del tiempo.

v Pérdida de interés en la vida.

v E incapacidad para disfrutar las cosas que habitualmente proporcionan placer.

v Sensación de fatiga o cansancio que está presente incluso cuando no se hace gran cosa, tanto así que convierte la tarea más simple en un esfuerzo gigante, la motivación y el impulso por hacer cosas, disminuyen de manera correspondiente.

v Pérdida paulatina del interés por las actividades cotidianas, por ejemplo, la escuela.

v Pérdida de apetito y con frecuencia también de peso.

v Sensación interior de inquietud que hace que resulte difícil descansar, relajarse apropiadamente o concentrarse.

v Sensación de querer alejarse de la gente, o si hay gente presente, mordacidad o irritabilidad.

v Dificultad para dormir, despertar muy temprano con gran frecuencia y no poder volver a quedarse dormido.

v Falta de confianza en sí mismo, aunada con frecuencia a sensaciones de inutilidad.

v Pesimismo.

v Sentimientos de culpa o de ser una persona mala.

v Pensamientos de suicidio. Hay ocasiones en las que los sentimientos se vuelven tan intensos que la gente llega a encontrar formas de lesionarse, y pueden incluso realizar preparativos para suicidarse.

 

Hay ocasiones en las que familiares o amigos perciben el cambio antes de que la persona deprimida lo haga y es normal que en un principio nieguen la situación, sin embargo es importante aceptar los signos y reconocer que es una condición que requiere atención, que es muy frecuente y que puede mejorar, para poder alentar a la persona a aceptar ayuda y consultar a un especialista. También es normal que la persona que se encuentra deprimida niegue su condición y es necesario ayudarle a entender que tiene una enfermedad y que esto no significa que pueda ser rechazado y que puede mejorar con la atención adecuada.

 

Cuando se observan algunos de los síntomas, hay que revisar primero cuáles han sido los eventos precipitantes ya que hay vivencias que requieren de un tiempo corto para superarlas, como puede ser un disgusto con la novia o novio, reprobar un examen, un viaje largo sin compañía, etc. y hay otras que requieren de varios meses, como por ejemplo un duelo por una pérdida material fuerte, una enfermedad terminal o la muerte de un ser querido. Si los síntomas han durado por lo menos cuatro semanas o alrededor de tres meses para duelos mayores, es momento de pedir ayuda, ya que la situación puede volverse patológica.

 

El tratamiento de la depresión por lo general abarca tres áreas principales, que son el tratamiento médico, el tratamiento psicológico y el apoyo social.

 

Consultar a un médico es importante ya que en muchas ocasiones el origen de la depresión está asociado a un desajuste fisiológico que por lo general se trata con medicamentos antidepresivos. El tratamiento psicológico consiste en psicoterapia para provocar que un ciclo de pensamientos negativos pueda volverse más positivo y sano. Finalmente el apoyo social consiste en redes de apoyo formadas por grupos creados especialmente para ese fin, o por el apoyo de familiares y amigos.

 

En un principio la persona puede sentir que no hay mejoría y tendrá ganas de dejar el tratamiento, por lo que hay que alentarlo y sostenerlo hasta que los medicamentos empiecen a dar resultado, lo cual sucede aproximadamente después de dos semanas. La psicoterapia tampoco tiene un efecto inmediato pero al principio sirve para ayudar a la persona a no darse por vencida y seguir con el tratamiento.

 

La mejor forma de ayudar a una persona que está deprimida es acompañarla y permitirle hablar sobre su problema, preguntarle qué le pasa y cómo se siente, en ocasiones puede sonar repetitiva en su discurso pero hay que entender que en ese momento está confundida y que tiene un dolor interno muy profundo que necesita compartir, por lo que hay que escucharla con paciencia.

 

Otras formas en que podemos ayudar es:


v Mediante el uso de técnicas para relajarse que van desde simples cintas para relajación hasta manejo de la ansiedad, organizado por alguien con las aptitudes especiales para ello.

v También se puede acudir a un médico, o mejor aun, a un psicoterapeuta, no es normal sentirse deprimido y el solo hecho de hablar con alguien capacitado para manejar problemas psicológicos sobre las cosas que quizá hayan provocado la depresión, puede resultar de gran utilidad.

v Buscar nuevas actividades que puedan distraer a la persona o que lo integren en su grupo familiar o de amistades. Hay que alentar a la persona deprimida a asistir a fiestas y reuniones en donde tenga la oportunidad de estar con sus amigos a quienes puede confiar sus preocupaciones.

v Comer en forma adecuada. Las personas con depresión, con frecuencia pierden peso y si la dieta no es la adecuada, no se recibe la aportación necesaria de nutrientes. Es importante evitar comer ciertas cosas para consolarse, como los chocolates, galletas y pasteles.

 

Cuando una persona está deprimida, hay ciertas cosas que no se deben hacer como:


v Quedarse en casa ya que puede empujar a la persona a pensar en las cosas de una forma pesimista, lo cual no sirve de nada, o hace que se sienta todavía más desamparada.

v Guardarse sus sentimientos, ya que esto fomenta el que piense continuamente en sus preocupaciones, con frecuencia sin ningún sentido.

v Consumir alcohol para ahogar sus penas. De hecho, el alcohol puede empeorar la depresión.

v Inquietarse por no dormir bien. Esto se presenta en la depresión y mejora por sí solo cuando desaparece la depresión. ¡Preocuparse por no dormir constituye la mejor forma de no lograrlo!

v Tomar decisiones precipitadas de las que más adelante pueda arrepentirse, como cambio de residencia o de escuela, dejar de estudiar, cambiar su grupo de amigos, deshacerse de sus cosas, etc.

v Tomar medicamentos sin prescripción médica, lo cual puede provocarle graves problemas de salud.

 

La depresión es una enfermedad y el adolescente no necesita reclamos ni que se le presione, en ese momento está indefenso y asustado y lo que más necesita es la comprensión y amor de sus padres, familiares y amigos.

 

En resumen, los síntomas que hay que observar para poder detectar un estado depresivo son:


v Aislamiento social.

v Falta de energía o fatiga.

v Descenso en la actividad, la eficiencia o la productividad.

v Insomnio o hipersomnio.

v Pérdida o aumento de apetito.

v Baja autoestima.

v Dificultad para concentrarse.

v Dificultad para tomar decisiones.

v Sentimientos de desesperanza.

v Pérdida de interés o de placer.

v Aumento de la autocrítica.

v Sentimientos de inutilidad o incompetencia.

v Sentimientos de culpa o tristeza.

v Sentimientos subjetivos de irritabilidad o ira excesiva.

v Inestabilidad emocional.

v Pesimismo.

v Y pérdida de habilidades sociales.

 

CONTINUARA...

Psic. Elena Bouchot Gamas
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