HIJOS DE PADRES DIVORCIADOS Y SUS CONSECUENCIAS

HIJOS DE PADRES DIVORCIADOS Y SUS CONSECUENCIAS

 

Efectos del divorcio en los hijos:


Hablar de ruptura conyugal no implica necesariamente un divorcio; desde el punto de vista terapéutico, el divorcio se define como la disolución o interrupción del ciclo vital de la familia que produce un desequilibrio profundo asociado con cambios, aumentos y pérdidas en el conjunto de los miembros de la familia.

La toma de esta decisión puede ser resultado de un largo proceso de sufrimiento, de lucha, de no ver salida, de aplazamientos que no sólo afectan a la pareja, sino también a los hijos. Esta fase puede ser muy dolorosa y prolongarse por mucho tiempo; a veces, sin que se dé la separación física, la relación se torna muy destructiva.

Dada la separación o el divorcio sobreviene un gran dolor (divorcio emocional); los afectos positivos de la pareja se encuentran totalmente anulados por los negativos, como la desesperanza, el agotamiento, el rencor, el coraje o la indiferencia total. La pareja, al estar en etapa de crisis aguda, se ciega por el dolor de tal forma que no es capaz de cumplir sus funciones parentales y servir como contenedor de la angustia infantil, porque su energía está destinada a perjudicar al otro cónyuge aun a costa de los propios hijos.

En esta situación, los hijos se sienten impotentes ante las sensaciones de pérdida y, tratando de encontrar estabilidad, se asumen como culpables sintiendo a la vez serios conflictos de lealtad. Cabe señalar que si en la práctica los padres manejaran de manera menos destructiva el proceso de divorcio o separación, los efectos en los hijos serían menos devastadores.


Consideraciones finales:


· Algunas personas optan por permanecer juntas bajo el argumento de que manteniendo a la familia unida los hijos crecerán sin traumas psicológicos que afecten su desarrollo; esto es un error: lo válido sería quedarse juntos, pero trabajando para que la relación mejore y buscando mecanismos que salven lo positivo que existe en la relación de pareja.

· El sentimiento de seguridad implica contar con los dos padres y se basa en el hecho de disfrutar de relaciones estrechas y amorosas con ambos, no en el hecho de tener sólo una casa. En cuestión de comodidades y estilos de vida, los niños tienen un gran poder de adaptación: pueden ajustarse a diversos cambios y horarios mientras no se les reprima constantemente ni se les prive de ver a sus padres.

· El cómo se desenvuelven los niños en la vida cuando se presenta el divorcio depende en gran medida de la manera en que sus padres se comporten, así como de las actitudes que adoptan uno hacia el otro. No se puede generalizar que todos los hijos de padres divorciados tendrán problemas, ya que esto se da únicamente en función de la calidad de relación que tengan los padres.


-- ¿Qué pasará con mis hijos?

     En la familia es donde el niño aprende a vivir, a socializarse, a jerarquizar valores, a competir y adquiere su rol o papel dentro de la misma. La ruptura del matrimonio y las pérdidas que esto conlleva dañan, lentifican y desvían sin duda el proceso sano de crecimiento-desarrollo que requiere el niño.

-- ¿Cuál es la frecuencia y el panorama del divorcio en México?

     Es importante esta pregunta, hay que desglosar varios puntos y datos con algunos países diferentes al nuestro, para tener una idea formal y un mejor marco de referencia para obtener conclusiones confiables. Se calcula que en países desarrollados del primer mundo uno de cada dos matrimonios terminarán en proceso de divorcio dentro de los próximos cinco o siete años. Las estadísticas actuales en México indican que aproximadamente uno de cada tres tendrán el mismo destino. Además, es sabido que en nuestro país existe también entre un 28 y 30 por ciento de madres solteras, lo que daría una cifra cercana al 60 por ciento de niños mexicanos que se encuentran viviendo dentro de familias con carencia de uno los cónyuges.

-- ¿En qué afecta al niño vivir la crisis del divorcio?

     En la familia es donde el niño prácticamente aprende todo. La crisis y la sensación de fracaso que sienten los padres por no haber podido consolidar la relación, aunada a la violencia generada, más la cascada de emociones de tristeza, frustración, ansiedad, angustia, golpes y maltrato, son transmitidas y derramadas a los niños de la familia en conflicto y por lo tanto alteran diversas esferas de su ser, en ocasiones es el área física la afectada, el niño presenta exacerbación de fondos alérgicos preexistentes, trastornos en el sueño y hasta regresiones en el control de esfínteres, ya que vuelven a hacerse de la "pipi" y "popo". En ocasiones es el área emocional la más afectada volviéndose triste, solitario o quizás agresivo, e impulsivo, en algunos casos desobedientes, y en otros pasivo, como sea, siempre tendrá repercusiones afectivas, en la escuela con malas notas por su bajo rendimiento, reportes por conductas agresivas que los pueden llevar hasta ser reprobados en el curso académico.
     Más aún, es muy común observar que los niños son también protagonistas durante la violencia generada dentro del proceso del divorcio, vemos a niños interferir entre la madre y el padre para su corta edad, proteger y tomar parte para defender al cónyuge más débil, curar y limpiar heridas de la madre golpeada, ser motivo de injurias, ser mensajero de emociones negativas, ser un trofeo a quien manipular para obtener dinero o ventajas, en fin al niño podemos considerarlo una víctima dentro de esta dolorosa causa.

      Posterior a la crisis y cuando las aguas se han tranquilizado el niño vive el proceso del post-divorcio, ya sin tantas emociones negativas al desaparecer la violencia. Sería demasiado largo enumerar las consecuencias emocionales pero quisiera hacer mención de las más importantes que casi todos los niños sienten cuando sus padres se separan y marcan su desarrollo consiente e inconsciente: ABANDONO, MIEDO, CULPA e INSEGURIDAD.

     Por último mencionaremos las repercusiones en el área espiritual cuya importancia máxima se encuentra en la capacidad de amar y sobre todo de manifestar ese amor, siendo éstos niños demandantes de cariño, pero al mismo tiempo rechazan todo acercamiento.

--¿Quiénes y cómo los pueden ayudar?

     Los maestros, los pediatras, los tíos y los abuelos pueden ser figuras importantes en la detección oportuna y el manejo multidisciplinario que éstos niños requieren. Las recomendaciones y consejos útiles para los padres que se enfrentan a ésta problemática son:

     1) Informar al niño, con lenguaje adecuado para su edad, la decisión tomada, siempre y cuando ésta sea un hecho evidente y real. La información debe estar revestida por una gran calidez y profundo respeto por el niño como miembro de la familia en apuros.

     2) Reafirmar que se le ama y que seguirá contando con el apoyo para continuar su desarrollo, planes y metas futuras.

     3) Tratar de suprimir o minimizar sentimientos de culpa en el niño, advirtiendo que la decisión tomada es en beneficio de toda la familia.

     4) Asegurar en lo real y posible su relación permanente con los padres.

     5) Favorecer la expresión de sentimientos (llanto, enojo ), tratando de contener y manejar sus emociones negativas permitiéndole expresarse con soltura.

     6) Proporcionar redes de apoyo alternativas como deportes escuelas, arte, cultura, religión.

     Por otra parte, es necesario conocer lo que NO debe hacerse con los hijos de padres divorciados:

     1) No permitir que el niño sea usado como espía, difamador, chismoso, limosnero, con la finalidad de que alguno de los padres obtenga algún beneficio.

     2) No dejar que el niño tome decisiones que no le corresponden.

     3) No mentirle con respecto a la situación que viven los padres.

     4) No depositar en el niño roles que no son propios de la edad.

     5) No provocar múltiples cambios, que se conviertan en pérdidas.

     6) No involucrarlos en las nuevas relaciones amorosas de los padres hasta que éstas formen parte importante de la vida de ellos.

     Como el lector puede darse cuenta el divorcio presenta un amplio horizonte de repercusiones. Cabe mencionar que en ocasiones es una tabla de salvación para la familia, una sana separación sin violencia puede traer al niño una nueva conciencia de sentirse amado. Desgraciadamente es lo menos común.



Psic. Elena Bouchot Gamas
Consultorio: 52-33-78-72
Celular: 55-2951-5860
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