INTERESANTE ARTÍCULO DE ROGRIGO MORFIN (EL UNIVERSAL)

Nos queda un país por delante

Los adultos en general menosprecian lo que un joven puede hacer: le dicen apático, nini, distraído, rebelde, de manera despectiva

Rodrigo Morfín Los jóvenes serán una fuerza descomunal por su número durante 2012, pero esto es lo único que ven los políticos en ellos: un número. Nadie quiere ver que son un poder dinámico, con ideales, energías y ganas de hacer algo verdaderamente remarcable por lo que hay en México.
Están justo en la edad donde las ilusiones y la creatividad los llevan a tener ideas que parecerán algo locas o raras, pero al menos están navegando en costas inexploradas. Ellos tienen inquietudes y lo mejor de todo, ganas de vivir. Creen que todo puede cambiar, un sentimiento que se va difuminando con el paso de los años al toparse con la realidad, estancamiento, rutina y conservadurismo de la vida adulta donde invariablemente se resignan a una vida que no quieren.
Los adultos en general menosprecian lo que un joven puede hacer: le dicen apático, nini, distraído, rebelde, de manera despectiva. Lo tratan como tonto por su inexperiencia, porque no piensa las cosas, pero actúa y espera a ver qué pasa. Y los que se supone son expertos pasan demasiado tiempo discutiendo y dándole vueltas al tema para no concluir nada, cuando este país lo que necesita es que se tomen riesgos y que existan ideas nuevas, no recicladas.
Los políticos, específicamente los equipos de campaña de los próximos candidatos, deben ver a los jóvenes como gente que tiene demasiado que dar, no como niños que no saben cuidarse.
Los señores de traje deben de llegarle a los jóvenes de manera directa, cara a cara, no sólo tweet a tweet ni muro a muro.
¿Cuándo se ha visto que los políticos se den una vuelta por una preparatoria o una secundaria para resolver inquietudes de los jóvenes o tan siquiera platicar de lo que hacen? Bueno se dan la vuelta, pero para inaugurar una nueva escuela, nada más.
¿Cuántos se preocupan en verdad por atraer a los jóvenes a la política?
Si tienes pasión por algo debes de buscar transmitirlo de mil formas con tal de hacer que esas personas tengan aunque sea un poco de interés por ello.
Escuché la experiencia de unos amigos que tuvieron una conferencia en su preparatoria, donde cierto partido envió a un representante cualquiera para hablar y responder dudas sobre política.
Este personaje resultó un fiasco, no sabía historia de su partido y tampoco pudo responder las dudas de los estudiantes.
¿Qué creen que pensaron los estudiantes después de este fiasco? ¿Qué imagen de lo que es un político les dejó este tipo?
Seguro habrá 25 abstenciones más en las próximas elecciones, pero también tendremos dos o tres que quieran cambiar las inspiradoras e interesantes imágenes que emiten los políticos.
Claro que no se logrará que esos 25 sientan pasión por la política, pero cuando menos deben conseguir que estén conscientes de lo que van a acarrear sus votos o abstenciones y que cada vez se vuelvan menos incrédulos.
¿O será que es mejor mantenerlos alejados de la política porque algún día estos jóvenes podrían ser un verdadero problema si se meten de lleno contra el gobierno?
Si quieren explicarnos la política a los jóvenes deben de hacerlo sin embrollos ni demagogia, una cosa fácil, no hablarnos de justicia y equidad y de las mismas palabras que todos dicen, ni por qué un partido es mejor que el otro.
Sería mejor que cuenten lo que los ha llevado allí, lo que sienten y quieren lograr. Invitarnos a que un día vayamos a ver lo que es su trabajo, que prueben, se diviertan y tengan la experiencia de cambiar algo.
El límite del joven es el que le impone el adulto.


Psic. Elena Bouchot Gamas
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