Expectativas, cómo me hacen llorar!!!

El Buda dijo algo así como: "La raíz del sufrimiento es el deseo", cuando perdemos algo que deseamos o perdemos a alquien que deseamos que continuara a nuestro lado, el sufrimiento llega a nuestras vidas llenando el vacío con la nostalgia y la impotencia de no poder hacer nada para continuar con el objeto de nuestro deseo.

Para mí las expectativas son sueños y deseos que esperamos lograr tener en un futuro, sueños y deseos creados desde una creencia de lo que debería de ser, lo que yo considero debe de ser. Aferrarnos a estas creencias pudiera ser frustrante pues no siempre se logran o se logran en base a mucho esfuerzo. No siempre es así, algunas veces tenemos el gran gusto de tener lo que deseamos de manera fácil y rápida, lo cual, son maravillosas excepciones.

Las expectativas también pueden ser grandes motores para actuar con la ilusión y las energías de conseguir eso deseado y añorado. Pero ¿qué pasa cuando lo perdemos? ¿Cuando no lo logramos? ¿Cuando hicimos todo lo necesario y no resultó? Probablemente nos sentimos frustrados y en algunos casos con mucho dolor.

Un ejemplo que veo frecuentemente con mis pacientes que vienen a terapia de pareja, es que ambos esposos llevaron por su cuenta una serie de expectativas, sueños e ilusiones, casi seguros que se iban a realizar con la unión de sus vidas. Expectativas como por ejemplo, ser felices, nunca tener problemas, mi pareja me va a satisfacer mis propias necesidades, etc. Cada uno tiene sus propias creencias de lo que debe ser una relación de pareja y cuando no coinciden vienen los problemas, o cuando no es posible cubrir las expectativas del otro porque no son las mismas que las mías, porque no estoy de acuerdo o porque simplemente y por alguna razón no puedo, o porque ni siquiera conozco esas expectativas que parecen implícitas en la relación, y entonces hay una decepción que puede ir alejando a la pareja.

A veces, la vida también puede sorprendernos desagradablemente y enfrentarnos a la realidad de que no somos omnipotentes, que es un sueño pensar que tenemos el control de todo, los padres sufren la pérdida de sus expectativas cuando los hijos manifiestan su individualidad, que contrasta con los deseos de sus progenitores, los cuales harán sus mayores esfuerzos para que sus hijos se conviertan en eso que ellos creen deberían de ser y no son. Estos padres entre más se aferren a sus expectativas (creencias) más se alejaran de la realidad, de lo que sus hijos  son, por lo cual, se forjará una separación entre ambos, o quizá, en el mejor de los casos, los padres, por amor, logren aceptar incondicionalmente a sus hijos, conocerlos y maravillarse con estos seres que vieron nacer, que son únicos y distintos a cualquier otro ser. En el peor de los casos, los hijos abandonarán su propia personalidad para amoldarse a lo que sus padres desean, dejará su propio sentido de ser él mismo, olvidará sus sueños y se someterá a los deseos de sus padres y también, pues ya acostumbrado a satisfacer a otros, lo hará con las demás personas, el jefe, la esposa, el novio, etc. Serán personas dependientes de otros, del qué dirán, vivirán para complacer a otras personas y poco a poco, se irán alejando de su esencia y de su propia vida, vivirán por los demás.

Hace una semana, murió un gatito callejero que yo cuidaba con amor y cariño, enfermó gravemente y el médico ya no pudo hacer nada. Mis expectativas eran de vivir muchos años en compañía de este animalito, de seguir siendo amigos, pero la realidad fué otra, algo que me duele mucho fué no haber podido salvarlo y darme cuenta de mi impotencia y limitaciones. Este artículo lo dedico en la memoria de Bichi Bichi, querido amigo: te extraño mucho!!





Psic. Elena Bouchot Gamas
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