Una paciente muy "Mujer"

La semana pasada vino por primera vez a consulta una mujer con dolores en el vientre. Después de haber visitado a 3 médicos coincidieron en que era algo psicológico. Esta paciente llegó a sesión sin estar convencida, no creía que algo emocional enfermara su cuerpo.

Lo primero que hice fue escucharla atentamente y con calidez, quería descubrir su historia y posibles problemas. Ella es una mujer de 50 años, su rostro refleja tristeza y desilusión, su hablar es lento y apagado, su mirada puesta en el horizonte, hacía muy poco contacto conmigo y su relato un tanto incongruente, iba y venia del pasado al presente, realmente me costó ir hilando su narración, yo sabía que ahora ella necesitaba expresar como le fuera posible, ya iría aclarando puntos más adelante. Salió del consultorio con menos dolor, relajada después de haber llorado largo rato y con deseos de regresar a otra sesión para seguir explorando pues con una sola sesión no es posible descubrirlo todo, aunque sí me quedé con una muy buena idea de lo que le ocurría.

La semana siguiente regresó a su terapia, la note aun triste pero algo había cambiado, ahora también estaba enojada y herida. Hubo algo que llamo profundamente mi atención, algo que dijo: "Mi problema es que soy mujer, y en esta sociedad ser mujer es muy difícil. Desde pequeña mi madre me hacía a un lado para darle privilegios a mi padre y hermano mayor, yo... yo solo servía para ayudar en limpiar la casa o ir a los mandados. Sí, eso era desde pequeña... pero mas grande... también sufrí con mis novios, (se le quiebra la voz y toce nerviosamente como para evitar llorar. Me da la impresión de que ahora quiere enfrentar su dolor desde el enojo, como deseando ser más fuerte). Ellos sabían que para llevarme a la cama tenían que enamorarme, en mi época las mujeres debíamos darnos a respetar porque teníamos que casarnos vírgenes si no, ya no valíamos y ningún hombre nos iba a querer".

Ahora me quedaba más claro su sufrimiento, el dolor de haber sido devaluada, utilizada, maltratada y violada se estaba somatizando en sus órganos reproductores.

Cargaba el estigma de ser mujer en una sociedad profundamente machista. Esta paciente también estaba enojada con sus padres porque no la prepararon para protegerse del abuso e injusticias que iba a vivir, no la orientaron para defenderse del acoso sexual que iba a vivir también, así como la rabia que sentía hacia su ex esposo que la engaño con muchas otras mujeres y que al final se divorciaron porque él se enamoró de otra mucho más joven, que aún no padecía el cansancio de llevar una casa por años y el añejamiento de su alma ante la desilusión de una realidad injusta y bastante dura.

En la 8 va. sesión, ella me comentó que deseaba aceptarse como mujer, descubría que ella siempre había querido ser hombre creyendo que a ellos les iba mucho mejor en la vida, que era más divertido, que eran más libres y económicamente independientes. Durante esa sesión ella se dio cuenta que para los hombres tampoco es fácil la vida, que ellos también cargan pesadas lozas en sus espaldas y que todo es cuestión de lo que hemos aprendido dentro de este roles de género. Afortunadamente podemos desaprender y re-aprender nuevas conductas e ideas, le sugerí que pensara qué quería hacer ahora con todos estos descubrimientos a lo que me contestó: "Quiero ser muy Mujer. Sentirme bien conmigo misma, regresar a estudiar para seguir creciendo y sobre todo, quiero creer en mi, creer que si puedo sin un hombre que me proteja y me resuelva mis problemas".

Su dolor de vientre casi desapareció, ella siguió su tratamiento durante un año más, creciendo, aprendiendo y desarrollando cada día más su ser y su femineidad. Continua trabajando en el perdón a todos y a ella misma.

Psic. y Psicoterapeuta Gestalt Elena Bouchot Gamas
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