Amor a la vida es un aprendizaje

La educación que brindan los padres a sus hijos es de extremada fuerza, les podemos brindar la maravillosa oportunidad de vivir vidas plenas y felices o... todo lo contrario. Al criar a los hijos con amor y respeto, fomentamos la posibilidad de que ellos se desarrollen y crezcan amándose y respetándose a sí mismos, amarán la vida y buscarán lo mejor para ellos y para las demás personas. Claro, el amor se aprende en casa y los principales ejemplos somos los padres, y a lo largo de la vida habrán más maestros y ejemplos que enriquecerán nuestra experiencia de vida.

Educarlos con amor y respeto suena fácil, para ello hay que realizar grandes tareas individuales de crecimiento interior, de desarrollo en mi propia capacidad de amar, recuperar y analizar mi historia de vida, e ir sanando mis heridas infantiles. Y el resultado traerá grandes beneficios personales y un ejemplo de vida que será la mejor manera de proteger a nuestros hijos contra el daño que alguien quiera causarles, pues serán, con mucha probabilidad, personas que se cuiden, se protejan y que defiendan su dignidad y derecho a una vida plena.

Psic. y Psicoterapeuta Gestalt Elena Bouchot Gamas
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