Amor a la vida

 

Toda mi vida he querido ser "buena", no sabía qué significaba eso, simplemente quería ser reconocida y valorada al hacer las cosas "bien", lo correcto era premiado y yo quería ese premio. Tenía la fuerte necesidad de aplauso y afecto, si yo hacía las cosas "bien" obtenía la aprobación y me sentía querida; aún en la actualidad termino cayendo en esa trampa, porque es doloroso ser rechazada e ignorada.  Es una presión social muy poderosa, si no encajas en lo "establecido", no perteneces, al no pertenecer hay mucha angustia y separatidad del grupo, entonces... hay un tipo de sometimiento al orden establecido, hay un precio muy caro que pagar por la individualidad y la libertad, el ser uno mismo es algo castigado, uno debe de ser como la sociedad, los padres y demás consideran adecuado, encajar en un molde o de lo contrario ser rechazado.

Enseñar el amor a la vida es enseñar a vivir en libertad, en amor incondicional, ser aceptado y respetado tal cual uno es, el ser humano por naturaleza es bondadoso y tiene una inclinación por el amor. 

La educación actual tiende a ser "correctiva", de entrada estamos "mal" (continúa el juicio social de bueno y malo, cuando son términos subjetivos e inexactos). O nos hacen sentir que si no se siguen determinadas reglas seremos juzgados. 

Y si nos amaramos sin juicio, yo ya no quiero ir por la vida haciendo las cosas indicadas como correctas, quiero saber qué es lo que realmente quiero y estoy segura que lo que voy a querer es algo que invite a mi progreso y amor, no llevo dentro de mi alma a un ser destructivo ni cruel, simplemente alguien que quiere saber de qué otra manera se vive sin ser juzgada ni castigada.

Psic. y Psicoterapeuta Gestalt Elena Bouchot Gamas
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