Frustración, qué gran maestra.

 

Un día toqué fondo, el nivel de frustración que sentí aquella mañana sobrepasaba mi capacidad de tolerancia, sentí que iba a explotar y necesitaba sacar toda esa energía que incendiaba mi interior, dolía mucho, hasta la desesperación, lloré porque también sentía dolor, tristeza, furia; no sabía cómo sacar de mi interior toda esa energía que me hacía sentir que no iba a poder más, era mi límite, quería reventar y explotar, romper cosas. Ahí terminaba yo misma y comenzaba algo más pero no sabía qué era en realidad y eso también me asustaba, y después de no sé cuanto tiempo, quizá dos horas, perdí el sentido del tiempo, simplemente me rendí, sí, me di por vencida cansada, no, agotada, y cuando sentí que ya no podía más surgió algo en mi: un nuevo estado, una nueva energía reparadora y esperanzadora, creo que al darme por vencida aprendí una lección que me permitió llegar a otro lugar dentro de mi misma y ese lugar era más amplio y  sereno, un lugar donde no importaba lograr lo que me había propuesto y que no importaba haber perdido tanto tiempo, esfuerzo y dinero, además de esperanzas. Había invertido demasiado en todos los aspectos y ese lugar al que llegué me enseño que nada de eso importaba, lo valioso era mi interior, mi yo al que no tenia porque lastimar de esa manera, que eso no era amor ni respeto sino un profundo maltrato a mi ser exigiéndome algo que no podía lograr sin aceptar mis limitaciones y negando algo que era obvio: "no podía lograrlo y estaba bien", al aceptar esta realidad, al sentir que me daba por vencida descubrí que ganar no era lo importante sino el cuidarme y ver por mi bienestar.

 

Mttra. Elena Bouchot Gamas
Psicoterapeuta Gestalt
Facebook Elena Bouchot Gestalt
Pág. Web. Gestaltconsulta.com
Tels. 52337872 y 0445529515860

 

Comentarios

Entradas populares