Te acompaño en tu dolor, el silencio en el acompañamiento

 

 

 

Puede causar ansiedad, angustia y temor el estar junto a alguien que está sufriendo, depende de la intensidad del dolor del otro, porque su dolor me duele y también despierta mis sufrimientos pasados, naturalmente empatizamos al sentirnos identificados con lo que la persona esta sintiendo, ¿verdad?

 

Quiero decirte que es natural, somos seres sensibles y a todos nos ha tocado una buena dosis de dolor en esta vida, y estas experiencias difíciles me sirven para entender a otras personas, me sirve para sentir y estar más consciente de lo que siento, más sensibles quiero decir, también me sirve para madurar haciendo a un lado la superficialidad juvenil e inocente, para profundizar entonces en mi interior y así poder hacer un contacto más intimo con otras personas, y por último, aunque pareciera contradictorio a la sensibilización, también se desarrolla un fortalecimiento interno pero que no significa necesariamente endurecimiento.

 

Acompañar a alguien en su dolor no significa que seas responsable de quitárselo o curarlo, significa simplemente estar ahí, quizá en silencio, pues no hay palabras suficientes, quizá solamente un abrazo, tomarle de la mano o el hombro, si lo permite y quiere, un abrazo que le sostenga en esos momentos inciertos y difíciles. Entre menos hagas mejor, entre menos digas, mejor pues a veces las palabras hieren aunque esa no sea la intención. Solamente estate ahí para lo que necesite, el silencio es un respetuoso acompañante que vale más que mil palabras.

 

 

Mttra. Elena Bouchot Gamas
Psicoterapeuta Gestalt
Facebook Elena Bouchot Gestalt
Pág. Web. Gestaltconsulta.com
Tels. 52337872 y 0445529515860

 

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